Como quiera que esto de la informática cuando
yo empecé era algo autodidacta, lo normal es que la gente que
rondamos la cuarentena no tengamos título universitario alguno
relacionado con ella. Eso sí, la experiencia nos hace unos
profesionales valiosos y con conocimientos que los universitarios
para sí quisieran.

Aún así en esta sociedad cada vez más
competitiva y afectada de "titulitis" no me quedó más remedio que
sacarme el título de Técnico de Sistemas microinformáticos impartido
por el ministerio de trabajo y que me otorgó el certificado de
profesionalidad en esa rama. Fueron 590 horas de repaso
de lo
que ya sabía, pero mereció la pena y me consiguió el papelito
dichoso para poner en el "curriculum".
Creo que trabajar en esta profesión es
parecido a la medicina, en el sentido de que, si no estás siempre
formándote y actualizado a los constantes y vertiginosos cambios de
la tecnología, de poco te sirven títulos y diplomas. No sólo no
curas, sino que corres serio peligro de cargarte al paciente.

|